domingo, 17 de febrero de 2008

El que Es, El que Era y el que ha de venir…













Un profundo escalofrió siento correr por mi espalda al comenzar a escribir estas palabras porque sé que en el transcurso de que vayas avanzando en este texto, Jesucristo va a comenzar a revelarse mas y con más claridad a tus ojos, de tal manera que lo conocerás personalmente y también de esta manera aprenderás las cosas que harán que cuando regrese a tu encuentro, no solamente estés listo para recibirlo sino que sepas reconocerlo y no te vaya a pasar desapercibido.
Oremos…….Señor Jesús, en esta hora maestro, quiero que seas Tú el punto principal de mi completa atención, que te reveles a mi tal cual eres; y que a través de esta revelación transformes mi vida y me ayudes a saber al 100% quien es quien habita en mi corazón, Gracias mi Dios, AMEN
Sinceramente hermano mi propósito no es el que pienses que yo sé quién es Jesús, porque estoy convencido de que Jesús se revela a cada uno de nosotros de una manera personal, especial, individual y conforme a lo que Él desea que conozcas de su persona, así que prepárate ahora para este acercamiento con aquel quien venció a la muerte y te ha amado desde el principio de los tiempos.
En el libro de Apocalipsis 1:8, Jesucristo se describe a sí mismo como, el que es, el que era y el que ha de venir. Esto nos da un origen muy simple de donde partir para comenzar a conocerle. Este verso nos comunica que Él ha estado rondando en la existencia y que ha sido real a través de los tiempos, incluso que en el futuro también está, pero además de esto si pones atención El te quiere decir también que cada vez que se ha hecho presente, ha tenido características especiales y propósitos especiales en cada tiempo. Otra cosa que a mí me parece impresionante es que el apóstol Juan, escribió acerca de Jesús en su libro: En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir. Juan 1:1-3, Refiriéndose a Jesús como el Verbo, como acción de Dios, y que Él existía juntamente con Dios (El Padre) desde el principio y que Él es Dios y que también gracias a Él todas las cosas fueron creadas (ahí entramos también tu y yo). Esto me hace pensar en que si ese mismo Jesús quien fue el verbo y existe desde el principio, es quien se hizo hombre para servir a su creación y recibir toda la ira de Dios en su propia carne en el madero del cual tu y yo tanto hemos oído hablar; significa que Él no solamente comenzó su pasión el día en que nació en Belén, sino que todo comienza cuando Él decide dejar su trono de Gloria para venir a salvarte de la ira que está reservada para todo aquel que no guarda los mandamientos de Dios.(tu y yo) Mateo 20:27-28: y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás; así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
Durante su paso sobre esta tierra, Jesús tuvo muchas actitudes que yo sin duda soy incapaz de enumerarlas en este texto, por lo que tú tendrás que hacer tu parte leyendo la Biblia para descubrirlo, y espero que esta lectura te motive a querer conocer más de Él. Solo puedo decirte que mi Señor Jesús, fue paciente, lleno de amor, en ocasiones aventurero, dador de alegría, amigo, consuelo, maestro, sanador , en ocasiones tuvo miedo, obediente, esforzado pero hubo algo que siempre lo caracterizo, que Él sabia y tenia certeza de quien era, el Hijo de Dios, el Cristo.
Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes. Juan 15:15
Y bueno, tú conoces la historia, Jesús murió por ti y resucito al tercer día y fue a prepararte un lugar en el Reino de los Cielos (Juan 14:2), Y le fue entregada toda potestad en el cielo y la tierra (Mateo 28:18) Y entonces también sabes que Jesucristo habita en tu corazón (Efesios 3:16-18), pero… después de todo esto, ¿cómo es Jesús ahora?, si viniera a ti hoy ¿lo reconocerías?, el apóstol Juan vivió junto con Jesús muchas cosas, a él se le llama el discípulo amado y estando en la isla de Patmos después de muchos años de ministerio, se le hizo presente y él lo describió como “uno semejante al Hijo del Hombre” ¡Juan, el discípulo amado de Jesús, ¡no lo reconoció!, ¿cuánto más nosotros, que por Fe creemos en El y por Fe le conocemos, ¿podríamos no reconocerlo?, Yo estoy seguro que sí.
¡Tenemos que saber cómo es Jesús ahora!, en la totalidad de su gloria, como El prometió que habría de venir. Hermano yo te invito a que escudriñes la palabra de Dios todos los días de tu vida para que conozcas cada día mas a aquel que ES, al que ERA y al que HA DE VENIR.
Creo firmemente que los cristianos modernos sino todos, su mayoría, corremos un riesgo muy grande de que nos suceda lo que al pueblo de Israel, Porque la Palabra de Dios dice que Jesús vino a los suyos los suyos no le recibieron, y ¿porque crees que no le recibieron?, ¿porque no lo querían? o ¿Por qué no lo esperaban?, Las antiguas escrituras tenían detalladas profecías y señales que habían de cumplirse para saber quién era el mesías, el problema fue………¡que no lo reconocieron!
Nuestra profecía de el regreso de nuestro Señor, está escrita, y estoy seguro de que tú la tienes en tu casa, y si no la tienes la puedes conseguir muy fácilmente. Recuerda, Juan en la isla de Patmos, llevado ahí por causa de la Palabra de Dios, recibió un mensaje, una profecía, visiones de lo que ha de venir. Escudriña esta palabra y se bienaventurado por ello. En el libro de Apocalipsis 1:12-18 el apóstol Juan describe a Jesús en toda su Gloria:
Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
¿Tremenda cosa no?, Bienaventurado eres al disponer tu corazón a escudriñar la Palabra de Dios, te invito nuevamente a que conozcas mas de Jesús, no por lo que yo te pueda platicar de Él, sino por medio de que tú tengas una relación intima con El; diariamente búscale y ponte en sus manos porque su yugo es fácil y ligera su carga.
¡Que Dios te bendiga!